Capitulo 7

El chico me agarro del pelo haciendo que lo vuelva a mirar, tenia algunas lágrimas en mi cara, pero creo que eso no le importaba.

Chico 3:Linda piba trajiste eh.

Chico 1:Viste? No nos equivocamos.

Chico 4:Cuantos años tenes linda? -acercándose a mi-

Pau:Dejenme ir, no importa.

Chico 3:Te pregunto algo, contestale, sino nos respondes lo que preguntamos o haces lo que te decimos te vas a tener que ver con las consecuencias. -se puso al lado mio y se arrodillo-

Chico 1:Queres irte? Vas a tener que hacer lo que te digamos.

Chico 4:Tu edad, cual es?

Pau:17.

Chico 3:Una jovencita te buscaste, la tenes bien clara eh.

Chico 1:Estoy acostumbrado.

Pau:Que me van a hacer?..

Chico 3:-agarro mi pie, sacando mi zapatilla- nada raro, tenes novio?

Pau:No. Queres mis zapatillas? Te las regalo, pero dejame ir.

Chico 3:No quiero una zapatilla rota, para que? -dejo mi zapatilla en un costado y comenzó a sacarme la otra-

Pau:Ni piensen que voy a dejar que hagan lo que quieran conmigo.

Chico 1:Y quien va a sacarte de acá? No tenes otra opción.

Chico 4:Mm.. ya esta? -le dijo a los otros y estos asintieron- listo, entonces la llevo.

Este comenzó a desatar mis manos de la silla y me levanto, haciendo que camine para una puerta, entre los dos de adelante hablaban, pero no llegue a escuchar de que, el que me llevaba, comenzó a acariciar mi brazo y yo empecé a hacer fuerza para no seguir.

Chico 4:Que te pasa nena?

Pau:No quiero, soltame -volví a llorar-

Chico 1:Dejala que llore.

Pau:Basta, yo no voy a entrar ahí.

Chico 3:Portate bien y en un ratito te vas.

Chico 4:Agarrala y entra vos con ella, después vamos nosotros.

El chico me soltó y y en ese momento salí corriendo, los tres comenzaron a perseguirme, ya estaba en la calle, pero todavía no zafaba, estaban siguiéndome. Seguí corriendo, en un momento mire hacia los costados y habían casas bastante lindas, grandes, pero los chicos seguían persiguiéndome.

En un momento encontré una casa que tenia la puerta abierta, me metí ahí y cerré la puerta para que ellos no pudieran pasar. Me encontraba en el jardín de una casa, este era enorme y la casa mas, la puerta que daba directo a adentro de la casa también estaba abierta, así que seguramente el dueño estaba afuera. Me quede apoyada en una de las paredes que había ahí cansada, con los pies lastimados, ya que no tenia zapatillas y obviamente llorando.

Escuche una voz conocida, que pronunciaba mi nombre, mire hacia aquella voz y estaba él, se acerco a mi y yo solo lo abrace, mientras lloraba.

CONTINUARA

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