Había tocado el
ultimo timbre que indicaba que debíamos irnos, ese día solo había
hablado con Pedro a la entrada y después con nadie mas. Florencia,
mi compañera de banco, había faltado, así que no hice mas que lo
que el profesor decía..
Salí del colegio,
escuche que Pedro me llamo pero yo acelere mi paso y termine a unas
cuadras del colegio, lejos de él. Fui a la parada del colectivo y
después de unos minutos apareció el colectivo de la linea que debía
tomar así que me subí.
Luego de unos
minutos ya estaba en mi casa, acomodando mis cosas. Escuche el timbre
y como el portero no andaba bien tuve que bajar. Me sorprendí al
verlo a Pedro en la puerta de mi edificio, no me quedaba otra que
abrir.
Pau:Pedro ¿que
haces acá?
Pedro:Vine para
dejarte esto -me dio un sobre- no lo abras ahora. ¿Por que te
alejaste cuando te llame?
Pau:Es que seria
como la “despedida” y no me gustan.
Pedro:Por que la
despedida? Si vos no vas al colegio podemos seguir viéndonos, igual
creo que vas a ir.
Pau:Vos crees? Es
obvio que no voy a poder ir mas, igual me sentía incomoda en ese
colegio.
Pedro:Por?
Pau:No me gusta
como me miran.
Pedro:Sera por que
sos muy linda, además vos crees que les importa si tenes plata o no?
Pau:Si, mira vos
vas a decirme que no, por que no sos como los demás, al menos a mi
no me lo demostras pero yo se que todos se burlan de los demás,
tienen su ego muy alto y si saben que no tengo lo que ellos tienen
van a refregarme todo lo que no tengo en la cara y no esta bueno eso.
Pedro:Lo se, pero
no te preocupes, yo no voy a dejar que lo hagan -acariciando mi
mejilla- pero si seguís yendo tendrías que decir la verdad, solo
para no quedar como una mentirosa frente a todos.
Pau:Mm.. lo voy a
pensar -dije y comencé a abrir el sobre-
Pedro:No, no lo
abras acá. Es un “regalo” y no quiero que yo este acá para
volver a tenerlo en mis manos, me voy. Ojala mañana pueda verte en
el colegio -beso mi mejilla y se fue.
Sentía una
sensación extraña cada vez que estábamos cerca, cada vez que nos
tocábamos, sin malos pensamientos, no?.. en tocarnos me refiero a
cuando toca mi mejilla, mi hombro o solamente nos saludamos como
cualquier persona.
Volví a mi
departamento mirando atentamente aquel sobre, tenia bastante intriga,
necesitaba saber lo que era. Al abrirlo por completo, saque una
cantidad de dinero, gran cantidad, no la había contado pero era
bastante a simple vista. Yo no podía aceptarlo, pero él tampoco iba
a agarrarlo. Comencé a contar, cien, doscientos, trescientos... diez
mil pesos había en el sobre, este pibe estaba loco. Era la cantidad
necesaria para pagar esa maldita deuda, guarde la plata en un lugar
“seguro” hasta que lleguen mis papás, debía quedarme hasta
tarde, muy tarde para que ellos vuelvan, así que decidí dormir una
pequeña siesta para poder mantenerme despierta.
CONTINUARA
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